Hace días que pienso y pienso en lo que puede llegar a ocurrir en la vida de quienes se hacen parte en el arte de engañar a quien esta al lado para salvar el pellejo, sin importar quien caiga en ese frenesí, el cual lleva al camino de tener que urdir mentiras y mas mentiras hasta que estas se convierten en parte de la vida misma..Y se creen sus propias mentiras como algo verdadero.
Es obvio que todos los seres humanos mentimos en mas de una oportunidad en un solo día, también es obvio que decir mentiras delante de los niños hace que ellos las vean como algo normal en su entorno y no llegan a plantearse si aquello esta bien o mal, es el ejemplo que le han entregado sus mayores..
Todos llevamos insertos un código de valores en nuestro ADN. es el legado de nuestros ancestros. de ello no me cabe dudas.. yo sin haberme criado con mis padres tengo en mis venas el no hacer o decir cosas inadecuadas, jamas hacer aquello que no quiero que me hagan a mi, es algo que llevo desde siempre, podría ser que lo traigo de la casa donde me criaron,. pero va mas allá de la crianza, porque en esa casa los adultos mentían cada vez que alguien llegaba a cobrar alguna cuenta pendiente- nos mandaban a decir que no estaban.. y aprendí a aborrecer ese juego, . los valores vienen insertos en la memoria colectiva de cada ser humano y es la suma de un todo..
Personas que siento muy cercanas y a la vez es como si jamás las hubiese conocido, las mentiras las van cambiando, esa torre de Babel hace que no haya comunicación posible porque es tanto lo que juegan a Pedrito y el Lobo que a la hora de la verdad ya no se sabe que pensar y se pierde lo único que jamás se recupera-- la Confianza.. y si vuelve a mentir ??
No pretendo sacar las castañas con las garras del gato.. estoy consciente que todos en algún momento decimos mentiras y aún cuando todo depende de cuan necesario sean.. siguen siendo mentiras.. porque aquí los colores que le coloque cada uno es solo engaño al inconsciente que guia nuestras decisiones..
Es triste escuchar mentiras de quienes consideramos amistades de años, es sórdido darse cuenta en cada palabra o gesto que detrás de cada conversación siempre hay un ingrediente nuevo que hace mas patente la falsa información y así la razón se hace permeable a una nueva condición la de escuchar sin OÍR::
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